Categoría: Sociedad

Aunque esto es tirar un poco de un tópico homófobo, se dice que las personas homosexuales son muy sensibles y que la música es algo que se les da muy bien. Bueno, lo mismo no suena tan a prejuicio si tenemos en cuenta que te están llamando artista con este comentario, dejémoslo a que puede ser de mal gusto, por si a alguien le ofende. Pero sabemos que muchos de los grandes artistas de la historia de la música han sido gays o lesbianas, así que puede ser que algún otro envidioso extendiera ese rumor, o que haya algo de verdad, no lo sé de verdad.

Como sea, lo que sí tenemos claro parece ser es que estas personas homosexuales no solían ser catalogadas así por su música; vamos, que no era la música la que daba pistas sobre su sexualidad ni mucho menos. Yo eso lo tengo claro, pero parece que quizá ande equivocado y sí que podía haber algo así, si la escuchas ahora en perspectiva, sabiendo lo que ya sabes. Algunos estudiosos del tema vuelven a tirar del tópico del principio (no del homófobo, sino del otro), y piensan que realmente su tipo de música podría haber dado alguna pista sobre los gustos sexuales de estos artistas, sobre todo si son mujeres.

Bueno, la historia del lesbianismo está tan llena de mitos y tópicos, que poco nos puede sorprender ya. Parece ser que es un dato que las artistas lesbianas tiene muchas más seguidoras que las heterosexuales, aunque no tengo muy claro dónde lleva en realidad; quizá, a demostrar que su música es diferente, que llega más al alma de las féminas, o que sus letras tiene mensajes subliminales que sólo el género femenino puede entender… ¡Ah!, ¿que no sólo las tortilleras, sino también las hetero? Pues tampoco está claro, al parecer de cualquier preferencia sexual, no hay nada seguro sobre eso.

Bien, pues parece claro que podría haber algún tipo de música lesbiana, que por alguna clave que yo no consigo captar se pudiera saber que ha sido compuesta por una mujer homosexual. Pero, ¿y una música hecha para mujeres boyeras, quiero decir en exclusividad, hecha a medida de ellas? No sé, se me ocurre cómo el pasodoble parece hecho para los toros, las sevillanas para bailar justo ese baile, el vals que siempre acompaña los mismos movimientos con los mismos acordes… ¿y algo que inspire a dos lesbianas o gays, por ejemplo? Sabemos que hay mucha gente que se excita escuchando cierto tipo de música, o que rinde mejor en la cama con este o aquel ritmo. ¿Podría pasar algo así en el porno gay, lo crees posible?

Todas estas teorías son muy extrañas, pero lo que más curioso me resulta es que, en verdad, hay quien se interesa por ellas e intenta dar alguna prueba empírica. A mí se me ocurre que quizá a nivel psicológico y profundo quizá una artistas lesbiana pueda hacer música con tintes lésbicos, y que quizá eso atraiga más a otras mujeres lesbianas, quién sabe. O sea, sería música lesbiana y para lesbianas, si a eso vamos; no cabría un “o” en ese supuesto. Pero también pienso que sería mucho decir, y por supuesto, algo muy difícil de demostrar, aunque bueno, no hay que desdeñar los avances de nuestros tiempos. Pero de todas formas, ¿a quién le importa? La música no debe ser cosa de géneros, de hecho no lo es, aunque en su historia ha habido de todo; pero a estas alturas del partido, no debería preocuparnos la sexualidad de quién hace la música, sino si nos llega o no al alma. Y entonces, estamos sin duda ante un artista.

En esta vida, claramente cuando se dice “de este agua no beberé“, es cuando más debe temerse que se beba, y eso es justo lo que pasa con el visionado de videos porno, generalmente por internet y en webs xxx de uso gratuito. Por lo general no es algo que los cibernautas confiesen que hacen, pero los contadores de visitas a esas webs o a otros lugares no especializados que también proporcionen contenido de este tipo son claros y sus resultados innegables; así que no se puede negar que el ser humano, hoy por hoy, es un gran consumidor de porno.

Como el ser actor de cine es un trabajo artístico, ya vengas de la pornografía o de cualquier otra rama de este sector audiovisual, no son pocos los que han abandonado el contenido adulto para dedicarse a otras formas de arte, como por ejemplo la música. Y ahí, amigos, es donde se dan las diferentes dicotomías, y donde las opiniones difieren unas de otras: justo cuando los que se han dedicado al porno de alguna manera cambian de actividad y dan sus testimonios. Por lo general, todo lo que tiene que ver con ese mundo genera dos reacciones inmediatas y extremas: o te encanta lo admitas o no en público, o eres un claro objetor de todo ello. ¿Es necesario que sea así?

Para empezar, no olvidemos que las manifestaciones pornográficas se remontan a la antigüedad, así que podríamos decir que es algo innato al ser humano, que necesito plasmar gráficamente cómo vivía su sexualidad; y siguió haciendo eso a través del paso del tiempo. Primero era eso, una simple manifestación, pero supongo que en algún momento se dio cuenta de que esa realidad así plasmada realmente excitaba sus sentidos y le hacía desear más; y ahí comenzó el uso de la pornografía tal y como la conocemos, pero tenlo en cuenta, hace ya siglos de eso. Por lo tanto, es un poco tonto pensar que es algo moderno, algo así como una plaga de los últimos siglos, porque es un error.

Y lo es mucho más si además pensamos que es algo nocivo, sólo porque algunos supongan que va contra la moralidad que otros, en algún momento de nuestra historia, han conseguido instaurar en nuestra sociedad; como todo en esta vida, depende del uso y el sentido que le demos al mundo porno, y entonces podremos etiquetarlo como bueno o malo, beneficioso o no. Para empezar, el convertirlo en un tema tabú a la par del sexo fue algo que no parece muy inteligente, ya que incluso aquella gente que tiene problemas sexuales, ya sea para relacionarse o para su práctica, no los tiene para nada para consumir pornografía; así que el pensar que podría meterse en el mismo saco no fue acertado. Ahora, lo segundo hace mucho más dinero que lo primero, eso está claro, y como estamos en un mundo que se mueve por el billete, pues podríamos decir también que es uno de los motores de la sociedad actual.

La conclusión es que nada es bueno o malo en absoluto, y que todo tiene matices. Cuando me refería a la diferencia de opiniones que mostraban los que habían salido del mundo del porno, no lo decía sólo como anécdota, sino que realmente son muy diferentes las opiniones que pueden encontrarse. E incluso entre los entendidos en sociología y sexualidad sucede esto, y no se ponen de acuerdo en si todo lo que tiene que ver con el porno es una forma de introducción a la vida sexual totalmente natural, o es una forma de distorsionar una relación sana de pareja sea de la identidad que sea. ¿Qué opinas tú?